Hoy no me quiero levantar soñando
que la felicidad un hueso fuera,
y duro de roer se mantuviera
junto a su perro fiel atosigando.
Porque si del vivir siempre penando
convierto en un abismo mi alma entera,
buena va el agarrar tal borrachera
de la cual no me escape ni nadando.
Pues si la vida tiene la importancia
que a cada cual le dieron a entender,
mejor salir corriendo al extranjero
donde pueda plasmar mayor prestancia,
por exhibir distinto parecer
que cubra de otra forma su trasero.
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