Entre extraños yo me muevo
con toda la fe del mundo,
y tal que fuera un vagabundo
a criticarles me atrevo.
Hoy las lágrimas me bebo
y la máscara me enfundo,
tanto que a veces me hundo
aunque ya me importe un huevo.
Pues hoy de nadie me fío
al transcurrir de los años,
según mi propia experiencia
hasta armarme sólo un lío,
si por requerir apaños
me explotara la conciencia.-
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