SONETO.-
Cómo voy a seguir hoy invocando
la emoción convertida en resquemor,
si poco y nada queda de ese amor
que toda la ilusión se fue apagando
Nada me hace vivir aún penando
en secreto mi olvido y desamor,
si envío al fin del mundo sin pudor
todo cuanto creía estar amando
Porque vivo las horas sin afecto
de perlas me defiendo en la distancia
mejor que nada el pez en la bahía,
y mucho más conozco por defecto
sobre mi corazón en su arrogancia,
tanto como el cobarde en su abadía.
|