Nunca se debe hablar con ligereza
fingiendo qué se siente natural,
si se logra eludir lo pasional
bueno será mostrarse con franqueza.
Nunca sólo el vacío es fortaleza
enseñando sus labios de cristal,
para que a nadie asuste ningún mal
si entre medias se infiltra la pereza.
Pues al ver como caen hoy los sueños
incluso la esperanza se desploma
en la profundidad de sus abismos,
tal vez porque extraviados los empeños
decaen los placeres del aroma
y tras de sí también sus espejismos.
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