Aunque harto de gloria y buen oficio
cuente con lunas y también estrellas,
jamás voy a dejar mis pulcras huellas
delante de un oscuro beneficio.
Porque nunca pasar ningún suplicio
me salva de los rayos y centellas,
como para olvidar las epopeyas
que pudiera pasar sin sacrificio..
Ojalá fuera el paso de las horas,
quien me anuncie insistente que las prisas
nunca son las mejores camaradas;
que las promesas crían hoy esporas
porque amasando ideas indecisas
nunca habrá soluciones apañadas.
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