No necesito, padre, más sermones
que de pronto me corten el resuello,
y marcarme me marquen todo el cuello
a la vez que me pisan los talones.
De sobra tengo yo también marrones,
con muchos de los cuales ya me estrello,
al fijar rápido a la vida un sello,
que me puede dejar sin pantalones.
Bueno resulta parecer ausente
en muchas situaciones detestables
que ocultas hoy están por las esquinas,
puesto que si me amargan el presente,
quien sabe si con guiños agradables
me buscan y me sacan las retinas.
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