Pobre de mà señor, que el vil verdugo
Pobre de mí señor, que el vil verdugo
de mis dolencias hoy se compadezca,
y de forma gratuita se me ofrezca
a desatar del cuello aqueste yugo.
No sé si por sus dotes de tarugo
ante mi faz de bromas comparezca
y su clemencia y compasión merezca
si de miedo al mirarlo no me arrugo.
Porque la sangre late por mis venas
cuando los versos salen de mi boca
denunciando temores y amarguras,
pues así se liberan muchas penas
por más que gracia tenga ya muy poca
conformarme aceptando mis locuras.-
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Publicado el: 08-02-2014
Última modificación: 00-00-0000
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