Hoy puede ser que rompa la barrera
donde si pronto caigo me levanto,
sin concederle tiempo ni quebranto
al mismísimo diablo que me asiera.
Y otra ventura a mano ya quisiera
aunque de espaldas yo sintiese al santo,
seguro que sería un gran espanto
como si del infierno proviniera.
Sin embargo conservo mi sentido
que a veces me estimula las neuronas
del pozo de mis hábiles locuras,
pues sin que me parezca divertido
a mi muerte me sobran las coronas
tanto como el responso de los curas.
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