El planeta padece muy enfermo
la enorme vejación del ser humano,
como si fuera un ágil paquidermo
que prepotente avanza tan ufano.
Con su ejército oprime a quien protesta
resucitando así la dictadura,
con la cual mantendrá siempre dispuesta
cualquier ley para actuar con mano dura.
Igual da Venezuela que Melilla,
si por los cuatro puntos cardinales
este planeta por sus poros chilla,
como si herido fuera por chacales.
Quizás seamos en el globo muchos
y tratarnos nos traten como a chuchos.-
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