Si en un mundo de fieras hoy vivimos
compadecer no quiero mis errores,
pues de momento sobran los temores
que de jóvenes muchos ya tuvimos.
También algunos a la guerra fuimos
presa del miedo y mogollón de horrores,
y obviar quisiéramos de mil amores
que decidir ninguno decidimos.
Hoy vaciar mi mochila de despechos
bien sabe Dios que a solas me propongo
porque aliviar aliviaría penas,
al ver que mis placeres satisfechos
sobre la mesa nunca yo los pongo
por si acaso me aprieten las cadenas.
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