Entretenido en ocupar la mente
construyendo castillos en la arena,
siempre arrimo yo el hombro a la faena
garantizando donde echar el diente.
Porque dormir no quiero ya al relente,
y muchísimo menos en la trena,
donde dicen te cortan la melena
para que nadie luzca diferente.
Muy raras veces logro el cometido
porque el ego jamás se satisface
si al tiempo le disgusta el sentimiento,
tanto que al mismo diablo yo le pido
no me cobre intereses de desface
que del rescate estoy ya que reviento.-
|