Cuando el mundo palpita por mis venas
mostrarme nunca puedo indiferente,
pues resultar podría irreverente
justificar a palos sus cadenas.
Y aunque siempre me corte las melenas
parecerá un ingenuo referente,
que durmiendo sin cama bajo un puente
sin cobijo se queden mis antenas.
Porque sus avatares siempre siento
a flor de pie pisando mis talones
como si fuera el protector del diablo,
diablo que crea a la sazón tormento
aunque presente al festival canciones,
y hasta el burro las cante hoy en su establo.-
|