NI VIV DE RODILLAS NI DE HINOJOS
cuando a m me trajeron a este mundo,
porque siempre mostr mi no rotundo
a dejarme tirar por los rastrojos.
Nunca sent respeto por los piojos
por ms que pareciera un vagabundo,
ni ante cualquier problema yo me hundo
porque haya de sentir mis muelles flojos.
Hoy por hoy todava yo camino
con la cabeza siempre levantada
sin miedo a dar seguro un paso al frente,
pues gustarme me gusta mucho el vino
aunque a veces me gane una patada
y mis huesos repose bajo un puente.
|