Una sopa caliente y anodina
yo me preparo a gusto en la montaña,
temiendo que del sol caiga una araña
y me deje imitando la gallina.
Porque saber me sabe cosa fina
cuando al cuerpo le doy bastante caña,
escalando montículos con maña
sin dejar de mover mi adrenalina.-
Así del mundanal y loco ruido
los fines de semana yo me alejo
mientras tanto mis músculos aguanten,
porque me encanta abandonar el nido
y sacudir con fuerzas el pellejo
allí donde los pájaros me canten.-
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