No me flaquean hoy las fuerzas, creo,
sino el ánimo todo deprimido,
que ya sin esperanza y confundido
hecho polvo a menudo ni lo veo.
Quizás muy agotado del jaleo
a descansar desaparece herido,
tanto que a refugiarse ya en su nido
el panorama ve bastante feo.
Igual quien satisfecho no envejezca,
porque carencias y dolores tuvo,
felicitarse deba por beato,
o incluso que a la curia pertenezca
si fiel a sus principios se mantuvo
aunque sangre le hiciera algún zapato.-
|