Si será que en la sangre llevaremos
nuestro karma grabado de por vida,
y como no haya nadie que lo impida
seguro que con él nos moriremos.
No en vano paraísos soñaremos
repletos de esperanza compartida,
que lejos se ha de estar de la bebida
si colocados todo lo perdemos.
Fáciles son las sendas de la droga,
mogollón de ansiedad y poco basta
para en muy poco tiempo ser esclavo
de quien tanto te quiere que te ahoga
una vez que te deje sin la pasta
y ahí quedas moviendo solo el rabo.
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