Si los dogmas no fueran hoy sobornos
hasta la misma Iglesia lo sabría,
y si no lo desvela todavía
es que estará dorando sus contornos.
Si de verdad se viesen con trastornos
seguro que otro gallo cantaría,
y bien que rezarán la letanía
tratando de escapar del los bochornos.
Nunca me invento falsos laberintos
vaciando mi razón en el desierto,
pues ni por un buen plato de lentejas
delante correría de los quintos,
aunque me viera condenado y muerto
porque cruzar no logre ya las rejas.-
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