La compresión final de un sano juicio
es la meta de todo aprendizaje,
para curtir al alma su andamiaje
aunque a veces le acose algún prejuicio.
Y quizás siempre ocurra que al inicio
nos bastaría con marchar de viaje,
y entretener la vista en el paisaje
sin que exista distinto beneficio.
Y no me sentiría el pato feo
por no creerme ciego los emblemas,
que dichos por profetas de antemano
auguran una vida de tebeo,
si acaso se complique con problemas
y todo esfuerzo les resulte en vano.
|