Si el recibir se diera generoso
quizás el dar no fuera lo importante,
sintiéndose uno mismo tan campante
aunque al final te llamen mentiroso.
No trato de pecar de escrupuloso
provocando a la peña con mi cante,
al dármelas de chico interesante
pues ni siquiera soy muy dadivoso.
No es fácil rescatar de la miseria
a muchos indefensos de un plumazo
si acaso los gobiernos más pudientes
no toman interés por la materia,
puliendo de una vez el carpetazo
que selle la sonrisa de sus dientes.
|