Cuando uno crece pronto se rellena
del respeto común del más fornido,
que a menudo se muestra reprimido
y que hasta el cielo sube su gran pena.
Y ojalá nunca pase por la trena,
del tiempo que se escurre decidido,
si le deja al instante deprimido
mejor se tome en soledad la cena.
Lejos va Peter Pan de nuestra mente
queriéndonos decir con su sonrisa
que el hacernos mayor duele que arde,
cuando en un santiamén y de repente
la ilusión se nos vuelve algo indecisa
y sanearla cuesta Dios y alarde.
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