En mi cabeza nada he transformado,
cuando interesa pongo mucho cuento
y bastante poder de pensamiento,
si acaso me las viera muy trincado.
Pues de suyo, pasión he derrochado,
hasta que al percibirme sin aliento,
sienta genial de súbito el momento
de darle a mi moral un buen bocado.
Pero me siento mal y muy ansioso
al ver que sean tantas las razones
que confirmen así mis circunstancias,
pudiéndome tachar de mentiroso
si acaso no escondiera las pasiones
allí donde conservo las distancias.
|