Como hablar de política no quiero,
hablo del hambre atroz que en medio mundo
controlan los que tienen más dinero
que cualquier miserable vagabundo,
sin que ningún remordimiento tengan
a pesar de lo cruel de las noticias.
Que del cielo los dioses todos vengan
y que en práctica pongan sus pericias.
Que frenen tan injusto disparate
cometido a la vista, Dios, de todos.
Que por negocio al pobre no se mate
si de sobra tendrán de todos modos.
De política yo nada de nada
que mi alma está del todo desgastada.-
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