Hasta cuando esta chusma dirigente
seguirá en el poder, lo decidiremos
ojalá en las urnas, ya veremos
si este pueblo se muestra consecuente.
Pues de momento vive reticente
votando a quienes de reojos vemos
pedaleando cautos con sus remos
por sacar las divisas hasta Oriente.
Será una enfermedad muy contagiosa
que al parecer afecta a los políticos
ya sean de la costa o la meseta,
y tanto que según vaya la cosa
lucen sus argumentos tan raquíticos
que claman porque vuelva la peseta.-
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