Si no me miro a gusto en mi pellejo
ni vivo envuelto en falsas atenciones,
será difícil encontrar razones
sin sufrir del vecino su consejo.
Y siendo así camino muy perplejo
cuando al analizar sus opiniones
le veo tan cargado de presiones
que apenas reconoce su complejo.
Y a menudo descuido mi amor propio
hastiado por la inhóspita rutina,
será que el juicio a veces me traiciona
tratando de mirar con microscopio,
que la vida me ofrezca una propina
si dormido mi mente ni razona.
|