Hoy tolerar me cuesta la ignorancia
cuando tan sólo al terco perjudica,
porque al sufrir apenas si critica
a quien le condenó su tierna infancia.
Ignorar no se puede la importancia
que una cabal educación indica,
si prosperar de veras significa
gozar y competir con elegancia.
Porque al gobierno discurrir molesta
al pueblo manifiesta su disgusto
con decretos y leyes dando palos,
pues su actitud mantiene bien dispuesta
hasta el extremo de cargar con gusto
a quienes siempre considera malos.
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