Cómo puede caber en carne humana
tanta pena, dolor y sufrimiento,
cuando paso del lúgubre lamento
al olvido de forma terca y vana.
Quien sabe si sumido en la desgana
logro perder adredes el aliento,
echando siempre tierra al sentimiento
al dormir de la noche a la mañana.
Porque avanzando a trancas y barrancas
las leyes de la vida así se imponen
por encima de todo, vaya suerte,
pues cubriendo a la vez bastantes flancos
música celestial también componen
aunque pensar no piensen en la muerte.
|