No me resisto nunca a la primera
a vivir la tristeza sin batalla,
pues casi nunca tiro la toalla
a no ser que me corten la frontera.
Porque nací quizás en primavera
muy rara vez me paso de la raya,
tanto que quien lo sabe se lo calla
y si me ve se cambia hasta de acera.
Pues lejos se me muestra el beneficio
del éxito vivido y disfrutado
porque nunca ha pasado de lo justo,
al controlar no se convierta en vicio
asuntos que jamás me han conquistado,
ni tan siquiera en medio de un disgusto.
|