No me guardo rencores hoy ni apegos
y menos me despacho con amores,
puesto que padeciendo sinsabores
chamuscado salí de apagar fuegos.
Y no es razón de andarse ya con juegos
que cualquiera te saque los colores,
poniéndose o quitándose tus flores
que al fin acabarán tal vez en ruegos.
Hoy mi pasión sin fe se resquebraja
puesto que apenas amo sin disgusto,
si no es por una cosa , por la opuesta,
al observar que la virtud no encaja
allí donde el papel parece injusto
y el sentimiento sufre y se molesta.
|