Si contener el nervio no supimos
bien que saciamos nuestra sed de afectos,
porque quizás sin parecer perfectos
tampoco una pareja nunca fuimos.
Hoy separados fácil nos reímos
porque simples resultan los aspectos,
y también inocentes sus efectos
cuando a la vez amor y paz nos dimos.
Mi único remedio fue ya la huida
cuando a tus besos era indiferente
buscando al fin el necesario apoyo,
porque no me quedaba otra salida
que retirarme débil e impotente
al tener que salvar tantos escollos.
|