SONETO.-
Quién me iría a decir entre sollozos
Señor, a estas alturas de la vida,
que el amor encerrado en su guarida
no iba a causar maléficos destrozos.
Pues produciendo grandes alborozos
la existencia se ve favorecida,
dejando su misión por bien cumplida
envuelta en la delicia de los gozos
Quién me iría a decir entre suspiros
que no podría sostener tu cielo
al margen de cuidar de mis asuntos,
porque al final pegar pegamos tiros
pisando firme con los pies el suelo
sin poder compartir la vida juntos.
Luis Pérez.-
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