Como escucho este mar de primavera
que a menudo me bate entre las olas,
con fortuna me siento vivo a solas
defendiendo con rabia mi bandera.
Vivir sumiso siempre y a tu vera,
rodeado de brillantes amapolas
bajo la luz del sol que tú controlas,
claro no lo tenía en mi sesera.-
¿Cómo fuera posible tanto olvido
si escarbando detrás de mi talento
veo fácil que fuiste sólo el fin
del sueño que me fuera más querido.?
Pues tampoco recuerdo con aliento
en tus labios el vaho del carmín.
|