SONETO CAUTIVO.-
Amarte yo pretendo
y besar como el sol tu piel morena,
hasta sentir que el alma se serena
porque la sangre toda de placer me está ardiendo.
De sobra sé mujer que de tu amor dependo
y confiado disfruto la condena,
hasta el punto que empeño mi melena
si tu favor no atiendo.
Si hoy por besar tu boca me derrito
vendiendo al diablo incluso toda mi alma
al no querer privarme de singular ventura,
pues mi cabeza loca ciega corre, lo admito,
que ni dormir consigue nunca en calma
porque tanta pasión no tiene cura.-
Luis Pérez.-
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