SONETO CAUTIVO.-
Poco importan las huellas
que en el alma dejemos hoy grabadas,
porque si no las damos por zanjadas
fácil que una vez muertos vuelen como centellas.
Y pensar muchos quieren que somos como estrellas
a lo largo del cielo derramadas
donde las ansias quedan aparcadas
sin odios ni querellas.
Y quien no logre controlar sus bridas
consigo llevará el lastre de su abuelo
más allá de la propias sepulturas,
y tanto que no en vano, creyendo en otras vidas
se alimenta de veras el consuelo
de quien en esta tierra no pagó sus facturas.
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