SONETO.-
Ya que me sueñas sin medida, cielos
¿qué no haré yo pudiendo complacerte,
si supiera la forma de quererte
sin que precises malherir tus celos?.
Hoy resiste mi sueño sus desvelos,
y mientras le acompañe así la suerte
no quiero demostrar que soy más fuerte,
tapando a la sazón mis desconsuelos.
Si así se expresa un corazón herido
sin sentir el dolor de sus cadenas,
¿qué más le queda por sufrir a solas?.
¿No será menos cierto que el olvido
podría amortiguar algunas penas
sin tener que vaciar los mares de olas?.
Luis Perez.-
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