SONETO.-
De nada vale parecer ufanos
si de las malas mañas nos valemos,
y del sucio negocio dependemos
como suele ocurrir a los tiranos.
Será que con discursos chabacanos
toda nuestra bondad comprometemos,
por no decir que cándidos seremos
si al tiempo en nuestra piel no lo notamos.
Que libres somos de aceptar bombones
como de rechazar los compromisos
acorde a nuestra propia conveniencia,
pues nadie nos obliga a ser bribones,
y mucho menos, golfos insumisos
que es de lo que se trata hoy en conciencia.-
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