SONETO.
Si nadie fuera más diablo que yo,
diciendo lo que digo de pasada
mantendría la boca bien cerrada,
como acato mi padre me enseñó.
Pero saber no sé lo que pasó,
que siendo mi memoria desgastada
y también por la vida maltratada,
lo aprendido en el limbo se quedó.
Hoy serán los prejuicios que lastiman
y a propósito juzgan sin clemencia
los recuerdos ocultos de la mente,
tanto que igual las tórtolas me timan
al dejarme inseguro en la impotencia
si al pasado mirase de repente.-
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