SONETO.-
Sufro mi propia decadencia, como
parte real del sueño que me toca,
porque fortuna tengo más bien poca
y con humor a veces me lo tomo.
Tal vez a los infiernos yo me asomo
buscando perlas, a pedir de boca,
pero sin el instinto de una foca
tiritando me quedo como un cromo.
Pues sufrir en secreto duele tanto
que por no compartir con nadie penas
las pieles se pondrán patas arriba,
produciendo dolores con espanto
cuando romper ya cuesta las cadenas
si la ponderación no se cultiva.
|