A escondidas en su alcoba
se refugia la triste niña,
mira el lecho vacío,
la angustia la domina.
Doliente separación,
angustiosa espera
pendiente del teléfono,
llamada que nunca llega.
El mañana es tu quimera,
niña, olvida tus sueños
apenas son espejismos
del ilusorio engaño.
Deja que tu Luz te guie,
no sufras por el mañana,
éste es el hoy presente,
lo demás, tan solo sueños
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