SONETO.-
Como el hambre de afecto , se diría,
se graba para siempre en las entrañas,
maquillarse no vale las legañas
para salvar la piel con ironía.
Sin embargo con mucha valentía,
a menudo defiendo mis castañas
aunque inventar me pueda las patrañas
si al fin consigo solo mi armonía.
Porque esquivando abismos y desiertos
la soledad será mi gran tesoro
aunque sudor y lágrimas me cueste,
porque temer no temo ni a los muertos
al disfrutar mis días con decoro
lejos de quien de veras me deteste.-
Luis Perez.-
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