SONETO.
Apreciar la belleza de una rosa
no saben realmente los tiranos,
porque sus pensamientos siempre vanos
les acompañarán hasta la fosa.
Nada importa que sea muy hermosa,
si semejante tipo de fulanos
capaces son de herir a sus hermanos,
si el horror financiero les acosa.
Pues justificación no existe nunca
si el estómago gruñe y se revienta
para que los derechos hoy se exijan,
aunque tal vez la vocación se trunca
cuando el peligro ya se ve de frente
y los jefes sus puntos no corrijan.
Luis Perez.-
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