SONETO.-
Aunque sólo me quede un vil motivo
para lograr la paz de mis entrañas,
hoy olvidar no puedo las castañas
que amargas, sin acuse de recibo
a escapar me llevaron fugitivo.
Pues sin entretenerme en las patrañas
tanto logré perfeccionar mis mañas,
que convertí el sufrir en positivo.
Porque nunca sabré si me educaron
para ser un rufián meticuloso
sin criterio ni dones de protesta,
porque de forma cruel me maltrataron
como si fuera un torpe mentiroso
al que nadie se acerca porque apesta.-
Luis Perez.-
|