SONETO CAUTIVO.-
Porque decir “no” puedo
que mi presencia fuera un gran regalo,
si de pensarlo solo me desalo
porque crédito alguno apenas le concedo.
Y es que siendo yo víctima del más absurdo miedo
el constatarlo ya sería un palo,
porque admitir que soy un bicho malo
de piedra igual me quedo.
Y a veces siento que me falta el aire
trayendo a la memoria la falta de cariño
que al alma sin defensas perjudica,
porque si no descansa satisfecha al socaire
tal vez feliz no crezca como un niño
admitido en el seno de una familia rica.-
|