SONETO.-
Tantos sueños soñé para quererte
que en un abismo el alma se veía,
aunque ilusiones siempre mantenía
y la pasión prendida de su suerte.
Los celos me llevaron a perderte
cuando más inseguro me sentía,
al dejarme tirado ahí en la vía
sin posibilidad de retenerte.
Hoy persigo esa sólida mirada
que a tientas al camino me conduzca,
pero mi autoestima es tan pequeña
que en su guarida permanece atada
esperando que el miedo se reduzca
y ya nadie se consiga darle leña.
Luis Pérez.-
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