Si nací me pregunto, transparente,
esconder no podré lo que aparento,
y mentiroso soy si lo desmiento
quitándome el letrero de la frente.
Y porque siendo sano y consecuente
boca arriba descubro mi tormento,
pocas veces me agarro yo del cuento
para poder mostrarme diferente.
Ningún sombrero cubre mi cabeza
llevando la careta del silencio
encajado a la fuerza por narices,
pues bien por pundonor o por pereza
a veces la condena me sentencio
por temor a que queden cicatrices.
|