SONETO.-
Cuando la necedad se delimita
allí donde el viento sus rayos bate,
no se requiere de ningún debate
que el estado del mal no facilite.
Pues a cualquier persona mucho irrita
verse obligada a hacer un disparate,
o estará casi loca de remate
si al instante de en medio no se quita.
Pues la serenidad y la prudencia
serán la medicina más urgente
que en estos casos imperar debiera,
y así nos lo demuestra la experiencia
con todo el que camina consecuente
haciendo su misión como debiera.
Luis Perez.-
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