En mis silencios te encuentro, ardiendo en mi pecho te siento
siliente palpitante, como el paso del caminante incansable...
Eres tormento, fuego y pasión destellante, reflejo del amor perseverante
que en medio del invierno reverdece y firme ante las adversidades se mantiene...
Eres tu niña vestida de mujer, con mariposas de sueños y roció de ilusiones
de ojos hermosos y labios de miel, dueña de mis pensamientos y mi querer...
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