Muy sabio ya sería quien sostenga
el fundamentalismo religioso,
engordando su imagen de tramposo
sin sopesar al dios de donde venga.
Por muchísima fe que el pueblo tenga,
tal vez hoy me parezca sospechoso
que el jefe de la tribu esté furioso,
porque la gente dudas hoy mantenga.
Y deja una impresión muy lamentable
allí donde la peña más lo siente
cuidando no se muevan sus cimientos,
creencia que resulta insoportable
cuando vas y descubres de repente
que al infierno se irán tus sentimientos.
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