SIEMPRE MARYLIN
Un mito, sí señor, donde los haya,
porque arte corría por sus venas,
símbolo que arrastrando sus cadenas
le condujo a pasarse de la raya.
Hoy a sus pies el mundo ríe y calla
viendo como movía sus melenas,
y aunque no pudo controlar sus penas
susto dio que tirase la toalla.
Ya perdió el cine una sutil artista
igual por sus fatídicos momentos
víctima de la fama realmente,
tanto que aún le siguen hoy la pista
quienes faltos de fe, sin sentimientos,
negocian con su imagen tenazmente.-
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