Soneto.-
Observo que mi fe se desmorona
cuando ya la esperanza se termina,
pues la evidencia duele cosa fina
al tiempo que la mente ni razona.
Puede que me acomode en la poltrona,
mientras veo pasar por mi retina
aquello que me cuente la vecina,
pero que a duras penas me apasiona.
Sin duda que a las pruebas me remito
contemplando el fervor de mucha gente
cuando ve que les llega su momento,
al quitar importancia a cualquier mito
que de forma obligada y repelente
hoy pueden amargar el sentimiento.
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