Hoy bebí las nostalgias del olvido
en la cumbre despoblada
el néctar de los años
las cosas que he aprendido,
las grescas más inciertas del camino
la chispa de un hechizo
y el espanto de antiguos desengaños.
Ya son nostalgias del amor gozado
mis nocturnos del armario
y las risas del pasado,
las peñas y borrascas de la aurora
las señas de tu mano
los roces de tu abrazo
y un ósculo inmortal e imaginado.
Olvidar es la gota del camino
bebida trago a trago
innoble intento de partir sin hora,
en la montaña…
en las cruces mas altas del destino
y un blanco crespón
como sello de triunfos y derrotas.
Hoy bebí las nostalgias del olvido
la sangre derramada de mi historia
y el corazón dormido,
los trazos singulares de mi suerte
y siempre lo vivido
y también la dulzura de la gloria,
los cedazos del tiempo omnipotente.
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